Visita a Sierra Nevada
El fin de semana pasado fuimos a California, y entre otras visitamos Sierra Nevada. No fue la única cervecera que visitamos, pero sí la más impresionante. La atención al detalle con la que todo está hecho es increíble. Nada está fuera de lugar. Nada sobra, nada falta. Todo es perfecto, empezando por la huella de Bigfoot fuera de la ventana por la que se ve la impresionante fábrica, pasando por el tour y terminando por el restaurante.
Llegamos el sábado por la noche, con el tiempo justo para cenar antes de que cerraran el restaurante. Lo primero que llama la atención es cómo está todo terminado, la decoración, la luz, todo haciéndote sentir como en casa. Después, la calidad… todo lo que sirven es orgánico y siempre que sea posible local. La cerveza, por supuesto, pero también todo lo demás. La calidad de la comida espectacular, y el precio de la cena la mitad de lo que habríamos pagado en cualquier sitio similar en Seattle. No podíamos haber empezado mejor.
A la salida del restaurante nos dimos una vuelta al rededor de la fábrica para hacernos a la idea de qué íbamos a ver al día siguiente. Todos los detalles por fuera están tan cuidados como por dentro. La huella de Big Foot enfrente del hervidor, de casi 23.500 litros, te hace darte cuenta que además de una fábrica estás en una auténtica obra de arte pensada para enseñarse y ser disfrutada. El hervidor es de acero inoxidable, pero Ken Grossman lo forró de cobre para que fuera mucho más espectacular y bonito. Y para forrarlo no le valió cualquiera: se trajo de Alemania al mismo grupo de caldereros que había fabricado la cervecera original de Sierra Nevada, ya retirados, para que hicieran el trabajo. Y viendo cómo ha quedado, desde luego mereció la pena.
Después de cenar al hotel, solamente para volver al día siguiente veinte minutos antes de nuestro tour. Entramos por la puerta para visitas donde los detalles siguen siendo perfectos. La madera da la bienvenida e invita a seguir hacia dentro. De ahí a la tienda a ver qué hay a la venta y poco después empieza el tour.
La primera parada es para ver un vídeo en el que nos cuentan a grandes rasgos la historia de la cervecera (si te interesa en detalle, el libro Beyond the Pale de Ken Grossman, que revisamos aquí, es una muy buena opción). De ahí pasamos, a través de pasillos llenos de fotografías relacionadas con la cerveza y la cervecera, a la sala del lúpulo, con un aroma increíble. Aquí es donde preparan el lúpulo para cada lote de cerveza a producir. Aparte tienen un congelador con todo el lúpulo que se visita en el «Beer Geek Tour«, que por desgracia no pudimos hacer por ser solamente los viernes.
De ahí pasamos a la sala de molienda, con un impresionante molino y un no menos espectacular macerador. Después a la sala principal de producción, donde pudimos ver el, por desgracia vacío, lauter tun o balde de lavado, los dos impresionante hervidores de cobre y el whirlpool. Un sistema de 23.500 litros que además de tener gran eficiencia es impresionantemente bonito.
Después pasamos al exterior donde vimos el impresionante conjunto de células de hidrógeno y panales solares con los que Sierra Nevada auto-genera más de dos mega vatios de energía. De ahí a la planta de embalaje que tampoco funcionaba el día que hicimos la visita y vuelta a la fábrica para terminar en la sala de cata, donde probamos otras cuatro de sus cervezas: Snow Wit, Torpedo, y Blindfold, que junto con Nooner forman el nuevo IPA Variety Pak, así como Southern Emisphere Harvest, la IPA de lúpulo fresco traído de los campos de Nueva Zelanda.
Después del tour, de nuevo a la tienda a comprar algún que otro suvenir y después a comer allí mismo. De nuevo gran calidad, muy buen servicio y muy barato. No se puede pedir más. Por si os interesa, aquí os dejo un vídeo resumen del día.
¡Salud!
¡¡Espectacular!! Que envidia, jeje.
Sin duda una visita obligada cuando, ojalá algún día no muy lejano, pueda visitar California.
Además también me gustaría visitar Sante Adairius Rustic Ales, al parecer un pub espectacular con unas birras aun mejores. No sé si habrás probado alguna. Yo los conocí buscando información por internet sobre el batch sparge, decidiendo si lo hacía o no, con los inconvenientes que cuentan de la oxidación y eso, y encontré un vídeo del brewmaster de Sante Adarius comentando que ellos sí lo hacían. Sin duda después de ver las puntuaciones de sus cervezas en ratebeer un argumento de peso a favor del batch sparge 🙂
Un saludo.
La verdad es que sí es espectacular y la visita merece mucho la pena. Si tienes la oportunidad no te la pierdas.
Sobre Sante Adairius, no la conozco, pero viendo su web y los comentarios en http://www.beeradvocate.com/beer/profile/28019, la próxima vez que vaya por SF intentaré ir, y de paso ya que está al sur pasar por Firestone Walker también.
Sobre batch sparge, yo creo que la diferencia es más que nada en que extraes menos azúcares de la malta. No había oído lo del tema de la oxidación, pero tampoco creo que eso sea un problema antes de la fermentación, ya sea en frío o en caliente.
¡Salud!
El tema de la oxidación en el batch sparge es por la exposición del grano al aire cuando se saca todo el mosto en cada una de las adiciones de agua, o eso he leido.
Un saludo.
Ya, eso dicen, pero por todas las pruebas de las que he leído y tal, no creo que sea un problema.
¡Salud!
Que manera de ponerle los dientes largos a uno… jajaja
Un saludo!
Jeje… como los que se van a Bélgica una semanita de nada y se ponen tibios de gofres y cervezas… 🙂
¡Salud!
jajajaja «touché»!! :-p
Uffff! Que gozada! eso si que es una fábrica que maravilla. Me ha dejado alucinado lo de la sala de los lúpulos, eso tenía que oler a gloria.Esto tiene que ser visita obligada 🙂
Saludos!
Yo desde luego en cuanto pueda vuelvo por allí, y además un viernes que es cuando hacen el «beer geek tour». Si el normal es una gozada, el especial para cervezo-adictos tiene que ser de morirse 🙂
¡Salud!