K.I.S.S., o el principio de la simplicidad
K.I.S.S. (del inglés keep it simple, stupid) es un acrónimo bastante conocido proveniente del mundo del diseño y que viene a decir, sin entrar en traducciones exactas, que las cosas cuanto más sencillas mejor funcionan y que la simplicidad debe ser mantenida como objetivo de cualquier diseño. Puedo atestiguar que funciona tanto en diseño industrial como en diseño de software, pero en mi opinión es también muy aplicable a otros muchos ámbitos incluido el de la cerveza casera, sobre todo en las primeras elaboraciones.
Procesos
Hay múltiples formas de hacer cerveza. Cuando todo es nuevo cada paso extra es una nueva oportunidad de cometer un error. Cuantos menos pasos menos posibilidades de error y mejores posibilidades de terminar con una cerveza de calidad. En mi opinión la elección entre dos procesos merece la pena hacerla siguiendo el principio K.I.S.S. En la gran mayoría de los casos no merece la pena el ligero beneficio que podemos obtener del proceso más complejo. Además, en muchas ocasiones, el beneficio es simplemente nuestra justificación del esfuerzo que hemos puesto en el proceso complejo: esta cerveza me costó mucho más esfuerzo hacerla, así que está mucho mejor.
Equipo
El equipo más complejo no es necesariamente el más adecuado. No es que yo sea el más adecuado para decir esto, porque me encantan los trastos y tengo una buena colección de chismes de todo tipo para diferentes partes del proceso. Tengo que reconocer, sin embargo, que muchos ya no los utilizo y varios me han causado más problemas que beneficios. Se puede hacer cerveza con un equipo muy básico. Y de nuevo creo que, sobre todo al principio, es mejor complicarse lo menos posible e ir añadiendo equipo que nos ayude a ser consistentes en nuestros procesos sin obligarnos a complicarlos innecesariamente. Y para lograr una buena cerveza de manera consistente creo que la parte más importante es el control de temperaturas, sobre todo en la fermentación.
Recetas
Hacer tu propia receta es interesante, pero no es sencillo. Mi recomendación, utilizar recetas probadas al menos hasta estar seguros de que tenemos un proceso con el que somos capaces de elaborar cerveza de calidad con ellas. Una vez que estemos seguros de nuestro proceso seremos capaces de probar nuestra receta y si algo sale diferente a lo que esperábamos sabremos qué cambiar: la receta. Si empezamos a inventar nuestras recetas no estando seguros de nuestro proceso cuando algo falle no podremos saber qué cambiar o cómo mejorarlo. Por desgracia encontrar recetas de calidad no es sencillo. Yo empecé con una fuente, Brewing Classic Styles, que por ahora no me ha fallado y sigo utilizándola como base para casi todas mis recetas. También utilizo recetas de cerveceras que admiro de cervezas que he probado, como es el caso de Row 2, Hill 56, algunas que he hecho basadas en el podcast Can you Brew It, y otros clones recogidos de libros como este o este otro. Hacer buena cerveza lo antes posible es muchas veces lo que más nos anima a seguir y lo que nos permitirá llegar a hacer recetas de calidad.
Así que, sobre todo si estás empezando, busca qué partes de tu proceso te parecen complicadas e investiga cómo simplificarlas en lo posible. El esfuerzo será menor y el resultado mejor, con la consiguiente satisfacción que te ayudará a seguir adelante y a ser capaz de complicarte la vida sin demasiados problemas, en algún momento.
¡Salud!
Que gran verdad!!! Ojala muchos se aplicaran el cuento, y no solo en la cerveza, a veces lo más sencillo es lo más eficaz.
Buen post Dioni.
Saludos crack!
Sabias palabras. Un BIAB con malta comprada molida, Pale Ale sencilla con tres adiciones de lúpulo para que sea entretenido, no chill y p’alante… lo mejor para el que empieza… y más adelante, y poco a poco, ¡a complicarse lo que uno, en su medida, quiera complicarse! Estoy contigo.
Exacto. El momento de complicarse la existencia no es cuando se empieza.
¡Salud!
Cuanta razón. Si se puede hacer sencillo complicarlo es estúpido y a veces una perdida de tiempo y esfuerzo. Creo que lo importante es usar una receta probada y comprobada para después tener control sobre temperatura y tiempo en cada uno de los procesos. Así es muy difícil que salga mala cerveza, tal vez no sea espectacular, pero buena seguro. Eso si, y lo que nos gusta meternos en camisas de once varas, experimentos e inventos del tebeo que? 😉
Cuanta razón!!! Muy buena entrada para el blog. Yo intento siempre hacerlo así pero a veces ….. Como nos gusta complicar las cosas y hacer pruebas raras.
Saludos!!
Tienes mucha razón en esto y cada día lo voy aplicando yo mas en mis elaboraciones.
Es algo que creo que se va aplicando más cuanta más experiencia tienes. ¡Por algo será! 🙂
¡Salud!