Categoría: Garaje
Nos pasamos a eléctrico
Año nuevo, juguete nuevo. Y además, uno que llevaba esperando como agua de mayo desde hace tres o cuatro meses que lo pedí. Y eso ya es esperar. Hace ya casi un año, cuando decidí montar mi cervecería en el garaje para salir de la cocina y ser capaz de hacer lotes más grandes había una cosa que tenía, y sigo teniendo, bastante clara: no voy a hacer cerveza al aire libre. La lluvia, a pesar de que aquí llueve 300 días al año, no era mi preocupación principal. El viento sí. Total, que monté los trastos en el garaje.
Después de mucho leer tanto en contra como a favor, decidí que por mucho que los quemadores de propano no fueran para uso interior, con suficiente ventilación y circulación de aire y asegurándome de que la llama era limpia para evitar, o reducir al máximo, la generación de monóxido de carbono la cosa iba a funcionar sin problemas y no iba a morir envenado. También que la posibilidad de una explosión era remota por el mismo motivo ya que nunca habría, incluso en caso de tener un escape de propano, suficiente concentración como para causarla. Y la verdad, sigo pensando lo mismo. Pero por el motivo que sea, cada vez que me pongo a hacer cerveza me viene a la cabeza el rollo del riesgo, escapes de gas, concentración de monóxido de carbono, etc., etc. Así que empecé a buscar alternativas al propano. Después de un poco de investigación las opciones eran dos:
- meter gas natural en el garaje, que al ser más ligero que el aire reduce drásticamente la posibilidad de explosiones en caso de fugas de gas, pero no la de envenenamiento por monóxido de carbono.
- eliminar totalmente el gas y pasar a un sistema eléctrico.
La parte del gas en el garaje dejó de ser posible cuando vino el instalador a darme un precio y me dijo que para la capacidad de los quemadores Blichmann y poder mantener lo necesario para el calentador de agua, la calefacción y la cocina necesitaba agrandar la acometida al contador. Por si eso no era suficiente, que lo era, tampoco estaba el tío muy dispuesto a a instalar una línea de gas para conectar equipo de exteriores en un interior. Así que sólo quedaba la electricidad como opción, y empecé a informarme sobre el tema.
Como no tengo más que una muy básica idea de electricidad, empecé preguntando a gente conocida que usaba sistemas eléctricos y casi todos me recomendaron The Electric Brewery como el sitio por el que empezar a informarme. Me leí básicamente el sitio entero, así como partes de otros cuantos más dedicados a la automatización tanto con Arduino como con BCS. El sitio web de The Electric Brewery tiene un montón de información, incluyendo cómo montar tú mismo su sistema paso a paso, pero al final mi semi-incapacidad para los trabajos manuales, la falta de experiencia con electricidad, la falta de tiempo y la necesidad de comprar muchas de las herramientas necesarias, entro otras cosas, me hicieron pensar que lo mejor iba a ser comprar un sistema ya montado si quería ser capaz de usarlo antes del 2018. Y como no casi nunca hago dos lotes seguidos ni al mismo tiempo, terminé decidiéndome por el que venden ya montado de 30A, capaz de hacer un lote de hasta 80 litros. Y después de mucha espera… lo recibí ayer.
Llegó muy bien empaquetado, sin ningún problema, y tengo que decir que estoy muy contento con la calidad de fabricación del cacharro. Los componentes son todos de calidad industrial y el cableado es muy, muy limpio y organizado dentro de la caja.
Esta mañana he llevado las perolas a hacer los agujeros en los que instalar las resistencias eléctricas y espero tenerlas de vuelta antes del sábado para poder hacer una prueba con agua este mismo fin de semana. Por ahora he hecho unas pruebas mínimas y parece que todo funciona.
¡Salud!
Imperial IPA, por ahora sin nombre
Por fin, esto ha sido más largo que la obra del Escorial, hemos estrenado el nuevo equipo. Para la primera quería hacer algo relativamente sencillo pero sabroso, así que me decidí por una Imperial IPA, que es uno de mis estilos favoritos, a la que aún no he puesto nombre. La receta es como sigue:
Para 40 litros de mosto en el fermentador:
- 14,150 kg cebada de dos carriles
- 425 g malta Crystal 10
- 425 g malta Crystal 20
- 15.3 gramos lúpulo Warrior (16.70% ácidos alfa) al empezar la cocción
- 22.9 gramos lúpulo Simcoe (14.10% ácidos alfa) al empezar la cocción
- 28.35 gramos lúpulo Chinook (13% ácidos alfa) a 120 minutos de terminar la cocción
- 28.35 gramos lúpulo Citra (15.60% ácidos alfa) a 120 minutos de terminar la cocción
- 28.35 gramos lúpulo Columbus (13% ácidos alfa) a 120 minutos de terminar la cocción
- 1 cucharada de Irish Mosh a 15 minutos de terminar la cocción
- 85 gramos lúpulo Centennial (10% ácidos alfa) un minuto antes de terminar la cocción
- 1 tubo de levadura WLP007 (Dry English Ale)
- 85 gramos de lúpulo Amarillo para «dry hopping«
Ya que iba a ser una bomba de alcohol, el sábado empecé por preparar un starter para la levadura con 1,5 litros de mosto con extracto seco y una densidad de 1,050 aproximadamente. Estrené el agitador y así lo tuve, no sin ingún problema, dando vueltas durante casi 24 horas. Para ser la primera vez que hacía uno no estuvo mal la cosa, pero… lección número uno: para hacer un starter de 1,5 litros hace falta una probeta de más de dos litros.
El domingo molí los más de 15 kg de malta y los maceré en 20 litros de agua a 66ºC durante una hora. Una vez pasada la hora empecé a pasar el mosto a la perola de hervido mientras lavaba el grano con otros 35 litros, esta vez a unos 75,5ºC. Terminé con aproximadamente 53 litros de mosto con una densidad de 1,063. Una eficiencia del equipo de aproximadamente el 73%, que es un poco baja pero no está mal, sobre todo teniendo en cuenta que no le llegué a coger el tranquillo a la velocidad de lavado en ningún momento. Con un poco de práctica con el sistema espero poder estabilizarla alrededor del 85%. Y aunque una eficiencia alta no sirve para mucho a nivel casero, excepto para fardar en los foros, una eficiencia constante hace mucho más previsible a priori la densidad de una receta y facilita determinar la cantidad de grano que tendremos que utilizar. Así que es un dato interesante sobre el equipo y sobre todo su uso.
La cocción duró 120 minutos durante los cuales añadí los diferentes lúpulos, básicamente lo que había por casa para amargor a 120 minutos, una cucharada de Irish Mosh a falta de 15 minutos de cocción y 85 gramos de Centennial para sabor y aroma un minuto antes de apagar el fuego. Lo dejé reposar tapado durante 5 minutos y enfrié hasta 25ºC en aproximadamente 25 minutos. Al final terminé con 45 litros con una densidad de 1,080 y 107 IBUs calculados según la fórmula de Tinsenth.
Una vez enfriado pasé el mosto a tres barriles de 5 galones (19 litros) que uso como fermentadores y que previamente había lavado y desinfectado, los tapé mientras terminaba de limpiar todo lo demás y al rato fui a por el starter para poner la levadura. Y ahí fue cuando metí el cuezo completamente. Como he dicho antes, es la primera vez que hacía un starter y me olvidé completamente de moverlo bien hasta que ya había echado una parte en el primero de los barriles, que por supuesto ahí recibió poco más que cerveza sin apenas levadura. Y aunque dejé un poco al final para echarlo en este barril de nuevo, al final parece que ha recibido mucha menos levadura que los otros dos y se nota en el ritmo de fermentación que llevaba esta mañana.
La fermentación va a tener lugar a temperatura constante de 21ºC. En los dos barriles con cantidad suficiente de levadura espero una fermentación de aproximadamente 4-5 días en primario. Una vez terminada la fermentación en primario pasaré a un segundo barril en que añadiré 28.35 gramos (una onza) de lúpulo amarillo que mantendré durante 7 días a la mista temperatura de 21ºC. Después de los siete días sacaré la bolsa con el lúpulo, y enfriaré y carbonataré en el mismo barril. Otra semana más de maduración y la probaremos por primera vez. Aunque teniendo en cuenta que va a tener, si todo va bien, más de un 8% de alcohol, probablemente necesitará algo más de tiempo.
¡Salud!
Todo listo para el próximo fin de semana
Bueno, después de dos semanas sin aparecer, aquí estoy de nuevo. Entre un viaje a San Diego el fin de semana pasado y el trabajo he sido incapaz de publicar nada. Pero por fin este fin de semana me he puesto manos a la obra y he terminado con todo lo que tenía que hacer. La currada ha sido considerable, pero el resultado ha meredico la pena: el garaje está limpio y todo preparado para poder hacer cerveza el próximo fin de semana.
El plan es hacer dos lotes de 40 litros cada uno con el mismo grano. El primero una Imperial IPA con entre 8% y 10,5% de alcohol y más de 100 IBUs calculadas y el segundo una ISA (India Session Ale) o IPA, según salga la cosa, entre 3,5% y 5.5% de alcohol y entre 50 y 70 IBUs calculadas. Meteré cada lote en dos fermentadores de 20 litros y utilizaré un starter de Wyeast 1056, American Ale en un fermentador de cada lote y otro de Wyeast 1332, Northwest Ale para el segundo fermentador. Durante la semana puliré los detalles de los granos que voy a usar, con una base de Maris Otter o cebada malteada de dos carriles y un toque de trigo o centeno, así como los lúpulos, que serán los mismos o muy similares para ambas cervezas pero en cantidades muy diferentes.
¡Salud!
Cámara de fermentación
Desde antes de montar el termostato para la fermentación he estado buscando un buen chollo para comprar un arcón congelador de segunda mano. Por aquí el mercado de electrodomésticos de segunda mano da para mucho, y Craigslist es la página ideal donde encontrar chollos. Aunque encontré uno hace tiempo, que uso para guardar la cerveza y mantenerla fría, me estaba costando trabajo encontrar otra buena oferta para usar como cámara de fermentación. Pero con paciencia todo llega, y hoy por fin he encontrado lo que estaba buscando. Un arcón congelador de 425 litros de capacidad (si he hecho bien las conversiones de 15 pies cúbicos a litros) con 15 años de tralla a sus espaldas, pero que parece que está como nuevo y me durará al menos otros tres o cuatro años sin demasiados problemas.
Pero… ¿porqué un arcón y no un frigorífico vertical? Un motivo es el precio. Este trasto lo he comprado por $75 y un frigorífico de tamaño y condiciones similares suele ser bastante más caro. Además el arcón és mucho más eficiente energéticamente hablando, sobre todo para mantener temperaturas más bajas que las exteriores. Al abrirlo el aire frío se queda dentro mientras que en un frigorífico básicamente se cae al suelo y hay que volver a enfriarlo. Pero el motivo fundamental es por aprovechamiento de espacio. Voy a utilizar fermentadores tipo barril de aluminio de cinco galones (19 litros) y como se puede ver aquí, debería ser capaz de meter ocho de ellos al mismo tiempo (son los que marca como 5P). En un frigorífico podría ser capaz de meter cuatro en el suelo, pero añadir otros cuatro en una balda a media altura sería prácticamente imposible debido a su peso una vez llenos de cerveza: unos 100 kg incluyendo los barriles.
Sin embargo, si en algún momento decido cambiar los fermentadores y pasar a uno cónico de mayor capacidad, como el Blichmann Conical, el frigorífico pasaría a ser la mejor opción ya que por altura no cabría en el congelador. Pero los barriles y el congelador aún van a dar mucho juego. Con ellos y el termostato debería ser capaz de controlar la temperatura de fermentación que necesite con facilidad y repetirla tantas veces como sea necesario. ¡Una cosa menos en la lista!
¡Salud!
Otro fin de semana ocupado
Me he dado cuenta que llevo más de un mes sin hacer cerveza. Tuve cuatro o cinco fines de semana seguidos en los que no fallé uno, pero después me he centrado en seguir con la organización del garaje y no he tenido tiempo de mucho más. La verdad es que estoy deseando tenerlo todo terminado y ser capaz de utilizer el equipo nuevo. Parece que no voy a empezar nunca.
Este fin de semana he avanzado un poco más. La parte de suelo que nivelé hace un par de semanas ha quedado bien y a estas alturas está ya duro como el cemento que es, así que ahora me he dedicado a montar estanterías para colocar los trastos grandes (perolas, fermentadores, cajas) y un tablero en el que colocar las herramientas para tenerlas organizadas. La idea es se capaz de no tener en el suelo del garaje nada que pueda estropearse con agua, para así poder limpiarlo todo sin problemas de un manguerazo. Mis habilidades manuales siguen dejando mucho que desear, pero no está quedando demasiado mal.
Pero aún queda mucho por hacer, mucho que organizar, limpiar y sobre todo muchos trastos que tirar.

Estanterías en la pared de la izquierda y del fondo para colocar las perolas y otros trastos grandes. Los seis barriles del suelo, de cinco galones (19 L) cada uno, los voy a utilizar como fermentadores.
¡Salud!