Etiquetado: Pliny The Elder
Pinky The Hog: resultados
Pinky The Hog es el nombre de mi clon de Pliny The Elder. Primero he de decir que pensaba que era más o menos parecida a la original, y cuando varios amigos que habían probado Pliny pasaron por casa y la probaron pensaron lo mismo. Sin embargo, cuando las probamos a la vez… nada que ver. En Pliny resalta mucho el aroma y sabor de Simcoe, mientras en mi cerveza está muy oculto bajo una capa de lúpulo cítrico, probablemente debido a la cantidad de Amarillo que añadí a lo que era la receta original publicada por Vinnie Cilurzo de Russian River. Ambas cervezas tienen, en mi opinión, un perfil de fermentación bastante limpio, pero en Pliny el lúpulo se hace mucho más evidente. No es excesivamente amarga, pero el aroma y sabor a lúpulo sobresalen sobre cualquier otra cosa. En Pinky todo, siendo una buena cerveza, es mucho más borroso, nada sobresale demasiado. Hay algo que hace que todo el lúpulo que utilicé durante la producción se haya difuminado ligeramente (a ver, es una cerveza muy, muy fuerte, con mucho aroma y mucho sabor, pero no tanto como esperaba). En la boca ambas son similares en cuanto a carbonatación y sensaciones, con final seco ambas aunque es mucho más evidente en Pliny, creo que por el perfil del lúpulo. En color son también similares, Pliny un poco más clara y mucho más limpia en el momento de la cata, aunque eso cambiaría pronto ya que ahí Pliny apenas tenía 6 días en barril. La espuma blanca en ambas, con algo mejor de retención en Pliny. Mis amigos que la prueban quedan encantados, pero yo después de la comparación con Pliny tengo decidido que no voy a tardar en volver a hacerla. Además, de casi cuarenta litros que terminé haciendo tengo apenas dos.
Voy a hacer un cambio seguro, y no es de receta, sino de agua. Voy a pasar del perfil de Cerveza Clara Lupulada de la calculadora de Brewers Friend al de Burton Upon Trent que apareció en Zymurgy, la revista de la American Hombrewers Association, página 46 de su número de enero/febrero 2014 en el artículo de Martin Brungard: Brewing Water Series: Burton on Trent. El perfil de agua pasará a ser bastante más duro, casi duplicando el calcio (de 79 a 140ppm) y el sulfato (de 147 a 300ppm). El bicarbonato también se multiplica casi por seis (de 21.3 a 110ppm).
Otro cambio en el que estoy pensando es reducir, o incluso eliminar completamente, todo el lúpulo Amarillo que le puse a la receta. Quiero ir haciendo un sólo cambio cada vez, pero esta cerveza es demasiado complicada para hacerla muy a menudo, así que es posible que haga esos dos cambios. Ya veremos.
Por cierto, incluso si no vives en EE.UU. te recomendaría hacerte socio de la asociación de cerveceros caseros de EE.UU., aunque sólo sea por tener acceso a TODOS los números de Zymurgy online.
Los resultados
Ayer por fin terminó mi aventura como organizador de competiciones cerveceras, al menos hasta el año que viene. El Cascade Cup, que es la competición de mi club, terminó con 175 participantes y 372 cervezs. Y entre ellas estaba Pinky.
Había registrado y pagado por cinco cervezas, pero por unas cosas y otras solamente tenía una para presentar: Pinky. Así que empecé a usar la imaginación. Lo más sencillo era presentarla como American Pale (10A), American IPA (14B) y lo que en realidad es, Imperial IPA (14C). Así con una cerveza ya tenía tres. Sólo necesitaba dos más… bueno, fácil, una con frutas (20A) y una con hierbas (21A). Y terminé mezclando Pinky con café hecho en frío y con extracto de coco.
Los resultados han sido bastante favorables, con una medalla de plata con 39 puntos de 50 posibles en la categoría de Cervezas con Frutas y entrando la Imperial IPA en la segunda ronda de IPAs en la que había 52 entradas, con 38 puntos. Además, excepto la de café que terminó con 29 puntos todas las demás obtuvieron más de 30.
La próxima vez que haga esta cerveza, que espero que sea pronto, lo publicaré de nuevo. Y si es posible intentaré alinearlo con una competición para ver cómo cambia la cosa con los cambios en la receta. Eso sí, espero tener más cervezas disponibles y sólo presentarla como Imperial IPA y quizá también como American IPA.
¡Salud!
Empieza el dry hopping
Han pasado tres días y medio desde la inoculación de la levadura. Hace 48 horas, es decir 36 después de inocularhopping. No pueden quedar muchos azúcares por fermentar, pero incluso después de sacar la levadura por el fondo del cónico queda suficiente para terminar el trabajo. Al mismo tiempo, estos restos de levadura ayudarán a eliminar cualquier oxígeno que estemos introduciendo con el lúpulo. Por cierto, es la levadura más amarga que he probado nunca. La cerveza es amarga y sin ningún sabor raro, lo que hace pensar que estamos libres de contaminaciones por el momento.
He añadido 28 gramos de Amarillo, Centennial, Columbus y Simcoe a cada fermentador. La receta original era de 22.5 gramos de cada lúpulo en total por fermentador, pero hemos hecho más de una vez 120 gramos por cinco galones y medio en una pale ale sin problemas, así que esta cerveza se merece al menos lo mismo, y hemos decidido el cambio de última hora. Un par de gramos extra no pueden hacer ningún mal, sobre todo siendo de lúpulo. Los hes añadido directamente del congelador a un contenedor limpio y seco y de ahí al fermentador. ¿Riesgo de contaminación? Muy poco ya que los lúpulos vienen de unos -18ºC y a esa temperatura cualquier cosa que lleven pegada va a estar muy poco activa, y mucho menos al caer en un líquido con un pH por debajo de 5 y casi 8% de alcohol. Además, esta no es una cerveza que vayamos a guardar mucho tiempo. Y si lo que sea sobrevive, se merece beberse la birra 🙂
Empieza la cuenta atrás. Dentro de siete días el segundo dry hopping y cinco días más tarde vaciaremos el lúpulo con el resto de la leva y enfriaremos a 0ºC. Gelatina, otros dos días y pasaremos a barril para carbonatar. Y lista para servir el 13 de abril, con tiempo de sobra para entrar en la competición el 19.
¡Salud!
Edito: La receta original era para 27.5 gramos de cada lúpulo, no 22.5, así que sólo hemos añadido un gramo de más. Las matemáticas a veces no son lo mío, y otras veces tampoco 🙂
Después de 36 horas
Después de 36 horas de fermentación la densidad del clon de Pliny ha bajado a aproximadamente 1,012. He añadido 350 gramos de azúcar de caña disuelta en unos 200ml de agua a cada fermentador. El aroma y sabor a lúpulo son muy intensos, aunque el amargor ha bajado considerablemente, probablemente debido a la levadura. El color es muy claro y muy turbio debido a toda la leva aún en suspensión. Si la cosa sigue así creo que la fermentación estará casi terminada y empezaremos el dry hopping en otras 24 horas, bastante más rápido de lo esperado. Esto da esperanza de que estará lista para el 17 de abril, a tiempo para el concurso.
¡Salud!
CCE: Imperial IPA – La elaboración
Ayer domingo me dediqué a elaborar el lote del clon de Pliny the Elder del que hablaba la semana pasada, y me pasó casi de todo. Uno de esos días en los que casi mejor no haberse levantado. Esperemos que al final la cerveza merezca la pena, y si no, habrá que probar de nuevo más adelante porque la receta probablemente no tenga nada que ver con que esté mala, y sí con que esté buena.
El jueves por la tarde hice dos estárteres de 2 litros con 200 gramos de extracto de malta seco cada uno y les puse a dar vueltas en la placa de agitación. El plan era haber hecho la elaboración el sábado, pero por diferentes motivos no fue posible, así que el sábado por la mañana metí los dos en la nevara para evitar que la leva siguiera activa, en alcohol y sin alimento. El domingo por la mañana cuando empecé la producción los saqué y decanté la cerveza que no tenía ningún problema de mal sabor o aroma en ninguno de los dos.
Durante la producción casi nada fue bien una vez que tenía el agua caliente. Empecé por un atasco en el macerado que hizo que el recirculado fuese imposible. Una vez vacío el líquido debajo del doble fondo se perdía el sifón y no había más que hacer. No estoy seguro si fue por haber molido más fino que de costumbre, no intencionadamente si fue así, o por la cantidad de grano: 21.6 kilos en 31 litros de agua, pero la cosa empezó mal. Removí una vez para desbloquear la cosa, pero no sirvió, así que pasé a añadir cascarilla de arroz hasta que después de una buena cantidad y dos removidos más, superamos la tragedia. Pista: ten siempre a mano una buena bolsa de cascarilla de arroz. Es barata, no añade nada a tu mosto en temas de sabor o densidad, y te salva en casos como este.
El segundo problema fue poco grave, y repetible si el resultado de esta cerveza fuese el ideal. Hasta hace poco utilizaba el sistema de medición americano en libras y galones para esto de hacer cerveza, pero hace unas semanas decidí cambiar todo a métrico, desde Beer Smith, al controlador del sistema de producción. Primero porque creo que el sistema este que usamos aquí es absurdo, complicado y medieval; segundo porque tiene mucha menos precisión que el sistema métrico decimal; y tercero porque estaba harto de convertir todo a métrico para ponerlo en el blog y me daba siempre unos números que no parecían normales, como 453.3 gr de malta tal o 28.35 gramos de lúpulo cual. Los únicos que se han salvado son los galones, porque me guste o no, mis ollas son de 20 galones, mis fermentadores de siete y los cornis de cinco, así que todo se me hace mucho más más sencillo en galones. Bueno, la cosa es que la desnaturalización de las encimas del macerado se hace a 170ºF, y yo me líe y pensé que era a 70ºC, en lugar de 76ºC. Así que hice el mash out y el lavado a 72ºC en lugar de 77-78ºC. Pista: si no estas seguro de algo, mira las notas y asegúrate que lo vas a hacer bien.
Y la tercera, y peor, fue que se me atascó el enfriador de placas. Yo enfrío y recirculo a la perola de nuevo, con lo cual tenía todo el mosto a aproximadamente 80ºC cuando pasó esto. Las opciones eran pocas y no muy prometedoras:
Utilizar el enfriador por inmersión. Descartada rápidamente porque no quería volver a hervir y no pensaba meter nada nuevo en la perola a estas alturas.
Dejar la olla tapada y dejarlo enfriar poco a poco. Lo pensé por un rato, pero quería terminar como fuese de una vez y tener que traspasar a los fermentadores esta mañana y después limpiar la olla era demasiado. ¡Descartada!
Hacer una especie de «no chill» a la australiana, pero mucho más arriesgado por la temperatura a la que estaba ya el mosto: pasar a los fermentadores y dejar enfriar durante la noche hasta 16ºC dentro de una nevera con un controlador STC-1000 y un mini calentador personal de 200W. Era arriesgado, pero menos que el primero. Y si salía mal al menos sólo tenía que echar la leva el lunes por la mañana y podía terminar la limpieza en ese mismo momento. Así que eso hice.
Esta mañana he oxigenado el mosto e inoculado la levadura, que a esas alturas llevaba casi 24 horas fuera de la nevera de nuevo, pero no quería volver a enfriarla, y me he ido a trabajar. Ahora, once horas después, los dos fermentadores están borboteando alegremente, así que parece que al menos la parte de la fermentación no ha ido mal.
Lo más increíble de todo es que todos los cálculos coinciden con la realidad. Terminé el hervido con 52 litros (catorce galones) con una densidad de 1,062 y pH alrededor de 4.8. En los fermentadores entraron 22 litros en cada uno, 8 litros de pérdidas por el lúpulo después del hervido, a los que espero añadir 650 gramos de azúcar en dos o tres días, según como vaya la fermentación. Seguiremos informando.
¡Salud!
Vacaciones cerveceras
Cualquier día del año Bélgica es un destino vacacional cervecero. Allí se pueden visitar (casi) todas las abadías trapenses que fabrican cerveza así como otras muchas de las cerveceras más aclamadas del mundo. En cualquiera de sus ciudades y pueblos se puede encontrar al menos una cervecería en la que no sólo tienen varias decenas de cervecas diferentes, sino que además las sirven cada una en su vaso y no en otro. Cualquier día del año se pueden visitar Bruselas, Gante, Brujas, o Amberes y admirar su arquitectura, sus castillos y edificios medievales, las calles tortuosas de sus centros, sus museos, iglesias y estatuas.
Una vez en Bruselas, casi cualquier día se puede visitar Cantillon, con su «Musée Bruxellois de la Gueuze», hacer el tour a nuestro ritmo y disfrutar después de un par de sus excelentes cervezas. Durante el invierno a veces se puede incluso ver el proceso de elaboración.
Pero lo que no se puede hacer nunca es todo esto y a la vez probar durante la visita cervezas de Russian River y Allagash que muy raramente se ven en Europa, así como autenticas rarezas de la propia Cantillon. Bueno, nunca ya no es nunca, poruqe eso es lo que se va a poder hacer el jueves uno de mayo durante el Quintessence Brassicole Cantillon (en inglés). Ese día Rob Tod y Vinnie Cilurzo estarán en Cantillon y con ellos algunas de sus más aclamadas cervezas, entre ellas Pliny The Elder, de la que hablábamos hace unas semanas y para la que publicamos una receta proporcionada por la misma Russian River.
Así que si estás pensando en visitar Bélgica en un futuro próximo, no lo dudes un momento y empieza a reservar. Porque cualquier otro día puedes hacer muchas cosas, pero ese uno de mayo podrás hacer muchas más. Y además, probablemente sea puente.
¡Salud!